El límite entre lo real y lo ficticio
Por Marcela Bárbaro
¿Qué representa Novak para el cine? Una mirada hacia el cine en relación con la realidad. Y lo hace mezclando dos registros: el documental y la ficción en el marco de la décima edición del Buenos Aires Festival de Cine independiente (BAFICI).
La idea del film surge -comenta su realizador Andrés Andreani-, a partir de la pérdida de las entradas de cine que tenía para el festival con su amigo y actor Martín Aletta. “Si no podemos ver películas, hagamos la nuestra. ¿Por qué no filmamos esa idea que yo tenía sobre un director húngaro que se pierde en el festival?”
Con una mini cámara y en siete días, logran dar nacimiento a Novak. El film se divide en siete secuencias que corresponden a cada uno de los días de la semana y en torno a tres personajes. El primero es Lucia, una rosarina que llega a Buenos Aires para ser “ángel”, o sea, asistir al director húngaro Laszlo Novak, quien presentará su ópera prima en el festival. En la búsqueda del director, que no conoce y quien aún no ha llegado, se cruza con el segundo personaje Pablo, un “ángel” nada menos que del realizador Béla Tarr, quien finalmente nunca llega a Buenos Aires. Ambos asistentes lograrán conocerse a partir de la desinformación, la desorientación y del caos general que se genera dentro un festival que no logra satisfacer y responder a sus inquietudes. Finalmente el tercer personaje es Laszlo Novak, interpretado por Martín Aletta, quien logra llegar para promocionar su película, la cual nadie encuentra.
La estructura del relato se nutre con situaciones paralelas, desde la autorreferencia de dos cinéfilos, ciertas citas intertextuales, hasta el comienzo del ensayo de un grupo de coro que se va armando en concordancia al desarrollo de la historia principal.
El registro con cámara en mano opta principalmente por los primeros planos, funciona como testigo cercano a sus personajes, y técnicamente utiliza el ralentí que enriquece un poco la monotonía del movimiento constante de la cámara y del uso del zoom, un tanto abrupto, con algunos subrayados redundantes y demasiado evidentes.
Se podría decir Novak tiene una mirada sobre el Bafici no solo irónica sino que lo muestra como un lugar asfixiante, de excesos de adulación sobre la figura del autor y también de subestimación a quienes son directores noveles. Un lugar, visto como una jungla donde se ven personajes de lo más diversos y desentendidos de todo, eso sí “acreditados”, un sinónimo de pertenecía. Esa misma confusión y desorden es coherente con el comportamiento y las acciones de los personajes.
Novak se permite preguntarse hasta donde es real todo lo que vemos y cuánto de ficción (recreada) tiene lo que nos rodea.
Novak se exhibe todos los viernes a las 21:30hs en en el Camarín de la Musas (Mario Bravo 960).
http://www.subjetiva.com.ar/subjetiva/view_article.php?id=2050
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