domingo, 17 de octubre de 2010

Una joya de la pantalla independiente argentina


Por Adolfo C. Martínez
La Nación, Espectáculos.

El cine independiente nacional suele dar buenas sorpresas. Y una de ellas es Novak, dirigida por Andrés Andreani (sábados, a las 20, en Artecinema, Salta 1620). La historia, que gira entre la comedia y el drama, tiene como casi absoluto escenario los días en que anualmente se desarrolla el Bafici, y hasta allí llega Lucía, una rosarina que, por pedido de una amiga, se traslada a Buenos Aires para acompañar (o ser ángel) de un realizador húngaro que llega para asistir a la proyección de su película. Luego de varias peripecias la muchacha, ayudada por Pablo, otro de los "ángeles" de la muestra, encuentra a Laszlo Novak, un joven cineasta que llega por primera vez a la Argentina con la ilusión de presentar su obra en uno de los más importantes festivales locales.

Sin embargo, su sorpresa y la de Lucía se dejan traslucir cuando los organizadores del festival no tienen registro alguno de ese ignoto director ni de su producto, que, según él, debía exhibirse en esos días festivaleros. Desconcertado y desamparado, pero con una férrea voluntad para seguir adelante, Novak halla consuelo en Lucía, siempre optimista, que tampoco baja los brazos en su empeño por ayudar a ese hombre inmerso en una ciudad de la que desconoce su idioma y sus costumbres. Lucía y Novak no cejarán en el empeño de ubicar la película que él soñaba ver en una pantalla argentina, y paralelamente el amor los va uniendo a través de tantas aventuras y desventuras, hasta culminar el viaje urdido por un destino que los enlazará con calidez y constancia.

Andrés Andreani, dejando afuera todo elemento intelectual, logró así una historia que habla de comprensión y también de dolor. Un elenco que supo apoyar con soltura a cada uno de sus personajes logró sumar a la trama ese clima entre risueño y grave que pedía un guión al que una cámara inquieta sigue todos sus pasos. Son, sin duda, impecables los trabajos de Martín Aletta, Mariela Centurión y Andrés Rasdolsky. La música, de Esteban Andrés Sebastián, que en cada función es interpretada en vivo por dos de sus figuras, es otro punto alto en este film que habla de frustraciones y desengaños y también de la dicha compartida para enfrentar las más difíciles y poéticas situaciones de la vida cotidiana.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1315294

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