Por Nicolas Sobrero (Revista POST)
Septiembre 2010
http://www.revistapost.com.ar/blog/?p=977
Andrés Andreani plantea la paradoja existencialista, “nada puede existir si no es a condición de estar muriendo” en Novak, su ópera prima en la que juega realidades paralelas entre dos directores de cine húngaros, Bela Tarr y Laszlo Novak, uno real, uno ficticio; uno presente, uno ausente; uno que podría estar muriendo y uno que sólo existe en condición de estar muriendo.
¿Cómo surge la idea de hacer Novak?
Surgió todo muy rápido, mi relación con Martín Aletta (actor y productor de Novak) estaba en crisis en ese momento. Sentía que lo único que nos unía eran las entradas que habíamos comprado juntos para la Décima edición del BAFICI. Íbamos, por lo menos, a seguir relacionándonos durante esas dos semanas. Dos días antes de que empiece el festival Martín pierde sus entradas y al día siguiente me roban la billetera donde yo tenía las mías. Quedamos completamente desamparados. A Martín se le ocurrió la idea de hacer una película sobre nuestra experiencia y presentarla en la próxima edición del festival.
¿Cómo se armaron para llevar a cabo el proyecto?
Yo creo que una idea, por más pequeña que sea, es suficiente para empezar. Le dimos forma: no íbamos a ser nosotros mismos, sino un director húngaro perdido en este contexto. No teníamos tiempo de preparar ningún tipo de preproducción. Nos adueñaríamos de la locación a partir del día siguiente y por sólo dos semanas. Nos juntamos en el Abasto, yo llevaba mi pequeña cámara minidv en el bolsillo del sobretodo, y los tres actores principales tenían ya puestos sus respectivos vestuarios.
Todos los elementos necesarios para filmar…
Exacto. A partir de ese momento, y hasta el último corte de montaje, todo fue cambiando y tomando forma. Estaba dispuesto a permitir que la historia que tenía en mi cabeza se vaya modificando. La locación, que estaba viva e intentaba expulsarme, me presentaba al mismo tiempo infinita cantidad de elementos reales que yo podía invitar a participar en mi mundo. Por ejemplo, si un guardia de seguridad nos decía que no podemos acceder a tal lugar, lo convertía en el personaje del guardia de seguridad que no deja entrar a la protagonista de mi historia al lugar donde tenía que buscar su acreditación. Llegamos a tener alrededor de 14 horas de video, y luego del año y medio que llevó el trabajo de montaje, lo que en una primera instancia se pensó como un documental con tintes de ficción se convirtió en un largometraje de ficción en cual es difícil distinguir qué fue real y qué no.
¿Cómo viviste la noticia de que Novak fuera elegida en el New York Independent Film Festival?
Te cuento. Estaba re hotdog en mi casa en Atlanta, cuando recibo un llamado de una señorita muy efusiva que empieza a hacerme un millón de preguntas. Al principio pensé que me quería vender algo, pero no. Era para decirme que querían proyectar Novak en el New York Independent Film Festival. Fue un poco estresante porque tenía muy poco tiempo para resolver algunas cuestiones técnicas, pero todo salió muy bien y Novak se presentó el 29 de julio, el último día del festival. Me hace muy bien recibir este tipo de reconocimientos, me motiva muchísimo.
¿De qué se tratará Longchamps, tu próxima película?
Por el momento puedo decir que Longchamps es una historia coral, veintiséis actores se unieron para cantarnos una canción que se vende como largometraje de ficción. Longchamps es un inocente intento de respuesta a la siguiente pregunta misteriosa: “¿Podrá alguien más que Béla Bartok salvar el mundo un domingo lluvioso desde una casa en Longchamps?”. Mientras trabajo en el montaje, a veces me olvido que debo contar una historia. ¿Debo contar una historia? No lo sé. Entonces me olvido de eso y disfruto pensarme como director de un coro. Para Longchamps armé una estructura perfecta, un laberinto de cruces y giros por el cual transitan 26 actores que utilizan distintas técnicas de improvisación en un mismo tiempo y espacio. Todo estuvo de alguna manera cronometrado y coreografiado para que el azar nos jugara a favor y no en contra. Entonces podría decir que no me gusta dejar nada al azar, soy un tramposo, tengo el dado imantado.
¿Cuándo se estrena y cómo?
En principio estamos preparando un primer corte para mandar al Festival de San Sebastián. A ver si se copan y nos amplían a 35mm. Longchamps está en plena etapa de post-producción. La distribución es algo que todavía no tengo muy en mente, pero estoy seguro llegado el momento me sentaré con mi equipo, pondremos todas las opciones sobre la mesa y elegiremos la más adecuada. Me encantaría hacer una Avant Premiere en Buenos Aires y volver a ver a todos los que trabajaron en el rodaje.
¿Cuán importante es la improvisación a la hora de filmar para vos? ¿Qué cosas no dejás al azar?
La improvisación juega un rol muy importante a la hora de generar autenticidad y frescura en las actuaciones, el trabajo con los actores es en lo que considero que mejor me desempeño a la hora de filmar. Como actor siempre necesité contención, orden y libertad. Tres cosas fundamentales para generar el caos emocional que es actuar. Entonces son estas mismas cosas lo que intento darles a mis actores. Al trabajar con técnicas de improvisación, lo que hago es otorgarles más libertad. No me gusta pensar en la idea de ‘dejar cosas al azar’, lo pienso más como que estoy delegando parte de mi trabajo a personas en las cuales confió con locura. El cine es un juego de equipo, por eso es muy importante tener las ideas claras, presentárselas a los demás participantes de la forma más concreta posible para poder encarrilarnos y llegar juntos al objetivo.
Estuviste de viaje…
Si, estuve 3 meses viajando por Europa y luego 3 meses por Estados Unidos. En estos viajes estuve viendo que por ejemplo, en las ciudades de Europa que estuve, todo funciona de una forma muy organizada. Todos los espacios llamados “alternativos” tienen debajo del nombre, el sello de la ciudad. Todo es legal, todo es oficial. Buenos Aires en cambio, es una ciudad que permite mucho más movimiento por fuera y alrededor del circuito oficial. Es maravilloso sentir cómo la fuerza de los artistas genera que se abran nuevos espacios constantemente para poder mostrar sus obras. Recuerdo que todos los días de la semana uno podía ir a una lectura de poesía en una terraza, una banda de rock en un taller mecánico, una obra de teatro en un PH, etc. Me parece genial que haya tantas posibilidades y me parece genial que este año se estrenen más de cien películas argentinas. Y si las grandes salas no tienen espacio para todas, que se abran salas más pequeñas.
¿Cuál es tu mayor intención artística?
Mi intención como artista es hacerle bien a la gente, y como ambicioso que soy, quiero hacerle bien a la mayor cantidad de gente posible hasta salvar el mundo de todos sus males, por eso es que me gustaría estrenar en una sala gigante en China y llenarla. Pero si las posibilidades no lo permiten, consideraremos nuevamente estrenar en una sala pequeña y llenarla varias veces.
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