La película dirigida por Andrés Andreani consiste en otra mirada del Festival Bafici, que narra las peripecias de tres personajes en el encuentro. “La idea nunca fue hacer la crítica del evento”, aclaró el director
En dos funciones, se proyectará en carácter de estreno el film nacional “Novak” dirigido por Andrés Andreani. La cita es hoy y mañana, a las 18.30 y 20.30, en el Teatro Auditórium.
El largometraje dibuja el peregrinar de tres personajes en ese evento multitudinario e inabarcable que es el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente, más conocido como Bafici.
Todo comienza cuando a Lucía (Mariela Centurión) se le encomienda convertirse en un ángel, tal como se denomina a los encargados de acompañar a los invitados extranjeros de un festival.
En el camino de dar con el director húngaro que debe guardar, se encuentra con otro ángel, Pablo (Andrés Rasdolsky), quien deambula por el Bafici ante la imposibilidad de cumplir su misión, ya que su director –otro húngaro, Béla Tarr- canceló su viaje al festival.
Finalmente, Lucía encuentra a Laszlo Novak (Martín Aletta), realizador que ha llegado para presentar su película, pero ésta no aparece en el catálogo y los organizadores desconocen su existencia. Así se conforma una comunión entre tres seres excluidos, que infructuosamente intentan formar parte de un evento que los ignora.
“Nunca fue la idea hacer una crítica”, sostuvo su director para refutar la opinión de la mayoría, que considera a esta ópera prima del joven de 24 años, autodidacta, cinéfilo y de formación teatral, una mirada crítica sobre ese masivo evento.
A partir de la idea de Aletta de armar una trama sobre “un director de cine húngaro perdido en un festival de cine”, se ideó la dinámica de trabajo, que contemplaba un alto grado de improvisación y adaptación.
“El guión era más que nada pautar escenas, y estábamos abiertos a que podría aparecer algo que cambiara el rumbo”, aseguró. “La película está llena de casualidades, de cuestiones como mágicas que nos sobrepasaron y las captamos”, señaló Andreani.
“Fue siempre estar dispuestos a absorber todo lo que pudiéramos del contexto real donde nos ubicábamos. Los elementos con los que contábamos eran yo con la cámara y los tres actores. No teníamos micrófonos, no teníamos productor, no teníamos nada”, recordó el realizador.
“Todo lo demás lo construíamos a partir del mundo real, de todo lo que estaba a disposición nuestra y pudiéramos utilizar”, concluyó.
http://www.diarioelatlantico.com/diario/2010/08/17/15916-novak-llega-al-ciclo-de-nuevo-cine-argentino-en-el-teatro-auditorium.html
El largometraje dibuja el peregrinar de tres personajes en ese evento multitudinario e inabarcable que es el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente, más conocido como Bafici.
Todo comienza cuando a Lucía (Mariela Centurión) se le encomienda convertirse en un ángel, tal como se denomina a los encargados de acompañar a los invitados extranjeros de un festival.
En el camino de dar con el director húngaro que debe guardar, se encuentra con otro ángel, Pablo (Andrés Rasdolsky), quien deambula por el Bafici ante la imposibilidad de cumplir su misión, ya que su director –otro húngaro, Béla Tarr- canceló su viaje al festival.
Finalmente, Lucía encuentra a Laszlo Novak (Martín Aletta), realizador que ha llegado para presentar su película, pero ésta no aparece en el catálogo y los organizadores desconocen su existencia. Así se conforma una comunión entre tres seres excluidos, que infructuosamente intentan formar parte de un evento que los ignora.
“Nunca fue la idea hacer una crítica”, sostuvo su director para refutar la opinión de la mayoría, que considera a esta ópera prima del joven de 24 años, autodidacta, cinéfilo y de formación teatral, una mirada crítica sobre ese masivo evento.
A partir de la idea de Aletta de armar una trama sobre “un director de cine húngaro perdido en un festival de cine”, se ideó la dinámica de trabajo, que contemplaba un alto grado de improvisación y adaptación.
“El guión era más que nada pautar escenas, y estábamos abiertos a que podría aparecer algo que cambiara el rumbo”, aseguró. “La película está llena de casualidades, de cuestiones como mágicas que nos sobrepasaron y las captamos”, señaló Andreani.
“Fue siempre estar dispuestos a absorber todo lo que pudiéramos del contexto real donde nos ubicábamos. Los elementos con los que contábamos eran yo con la cámara y los tres actores. No teníamos micrófonos, no teníamos productor, no teníamos nada”, recordó el realizador.
“Todo lo demás lo construíamos a partir del mundo real, de todo lo que estaba a disposición nuestra y pudiéramos utilizar”, concluyó.
http://www.diarioelatlantico.com/diario/2010/08/17/15916-novak-llega-al-ciclo-de-nuevo-cine-argentino-en-el-teatro-auditorium.html
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